La franquicia en España, una fuerza económica que representa el 12% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, está en constante crecimiento, superando las sombras arrojadas por la crisis del COVID-19. A pesar de las perspectivas optimistas para 2023 en términos de ventas, existe un dilema que acecha: los crecientes costos que reducen los márgenes de beneficio. En este escenario, las amenazas se ciernen en forma de inflación, costos energéticos en alza y una compleja normativa que demora la obtención de licencias, un proceso que puede llevar meses. Los costos empresariales aumentan, y las cotizaciones sociales e impuestos se elevan, lo que hace que emprender en España sea un camino difícil de transitar.
A lo largo de los años, las franquicias españolas han ganado terreno, y ahora solo el 17.4% de las franquicias en España son de origen extranjero. Marcas españolas de éxito se han aventurado más allá de las fronteras nacionales, contribuyendo al crecimiento del sector. De hecho, de las 1,375 marcas operativas en España en 2022, 238 son extranjeras, con una notable presencia de marcas francesas (un total de 51).
Estos datos se desprenden del informe "La Franquicia en España 2023" elaborado por la Asociación Española de la Franquicia (AEF), que destaca la capacidad de las franquicias españolas para resistir a las crisis, desde la pandemia hasta la guerra de Ucrania y los aumentos en los precios de la energía.
A pesar de estos desafíos, España cerró 2022 con 1,375 marcas operativas, mostrando un ligero descenso del 0.5% en comparación con 2019, acercándose a los niveles de 2018. No obstante, las cifras de facturación de las franquicias experimentaron un aumento del 2.9% en 2022 con respecto a 2019, alcanzando un total de 26,929 millones de euros. Es innegable que la franquicia está transformando el comercio tradicional, atrayendo a muchos negocios locales a unirse a cadenas para mantenerse competitivos.
Desglosando las cifras, los establecimientos de propiedad propia generaron 10,342.2 millones de euros en ingresos (un 10.4% más que en 2019), mientras que los locales franquiciados registraron 16,884.4 millones de euros (un 1.7% menos que en 2019). En cuanto a sectores, la alimentación lidera con 8,900.7 millones de euros en facturación, seguida de la hostelería y comida rápida con 3,081.4 millones, la hostelería/restaurantes/hoteles con 2,380.6 millones, y los servicios/transportes con 1,636.4 millones de euros.
Además de su impacto económico, la franquicia continúa siendo un generador clave de empleo en España. A pesar de las adversidades de los últimos años, este modelo de negocio dio trabajo a 303,595 personas a finales de 2022, un aumento del 3.18% en comparación con 2019.
En cuanto a la geografía de las franquicias, Madrid lidera con 401 marcas (34 más que en 2019), seguida de Cataluña con 318, Valencia con 176, Andalucía con 157 y Galicia con 48. Estas cinco regiones representan el 80% del total de marcas del sistema de franquicias en España.
A pesar de su crecimiento robusto, la franquicia en España plantea la necesidad de un marco legal más sencillo, que alivie los costos y las barreras burocráticas para los emprendedores. Mientras el sector sigue su ascenso, la simplificación de la normativa podría impulsarlo aún más y fortalecer su contribución al PIB y al empleo en el país.